La Organización de las Naciones Unidas (ONU) o simplemente Naciones Unidas (NN. UU.) es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobierno global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.
La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945nota 4 en San Francisco (California), por 51 países, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con la firma de la Carta de las Naciones Unidas.1
Desde su sede en Nueva York, los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros organismos vinculados deliberan y deciden acerca de temas significativos y administrativos en reuniones periódicas celebradas durante el año. La ONU está estructurada en diversos órganos, de los cuales los principales son: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico y Social, Secretaría General, Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. La figura pública principal de la ONU es el Secretario General. El actual es Ban Ki-moon de Corea del Sur, que asumió el puesto el 1 de enero de 2007, reemplazando a Kofi Annan.2
A fecha de 2013, la ONU posee 193 estados miembros, todos los países soberanos reconocidos internacionalmente, más tres miembros en calidad de observadores; la Ciudad del Vaticano, la Orden Soberana y Militar de Malta y el Estado de Palestina. Otros estados independientes de facto como la República de China-Taiwán o Kosovo no son miembros pues son considerados territorios en disputa.
La sede europea (y segunda sede mundial) de la Organización de las Naciones Unidas se sitúa en Ginebra, Suiza.
Los idiomas oficiales de la ONU son seis: árabe, chino mandarín, español, francés, inglés y ruso.3
En cooperación con las empresas farmacéuticas, proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo.
Objetivos de Desarrollo del Milenio
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio ya aparecen en la Declaración del Milenio, adoptada por la Asamblea General y firmada por 192 países miembros de la ONU el 8 de septiembre de 2000, tras la Cumbre del Milenio; y en este sentido, en la Cumbre mundial de 2005 (14-16 de septiembre de 2005), los representantes de los entonces 191 miembros de la ONU, los reafirmaron como ocho objetivos a alcanzar para el año 2015.23
Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre:
Reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a 1 dólar por día.
Reducir a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre
Objetivo 2: Lograr la enseñanza primaria universal.
Velar por que todos los niños puedan terminar un ciclo completo de enseñanza primaria.
Objetivo 3: Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer.
Eliminar las desigualdades entre los géneros en la enseñanza primaria y secundaria, preferiblemente para el año 2005, y en todos los niveles de la enseñanza para 2015
Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil.
Reducir en dos terceras partes la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años.
Objetivo 5: Mejorar la salud materna.
Reducir la tasa de mortalidad materna en tres cuartas partes.
Objetivo 6: Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
Detener y comenzar a reducir la propagación del VIH/SIDA.
Detener y comenzar a reducir la incidencia del paludismo y otras enfermedades graves.
Objetivo 7: Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
Incorporar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y los programas nacionales; invertir la pérdida de recursos del medio ambiente.
Reducir a la mitad el porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable.
Mejorar considerablemente la vida de por lo menos 100 millones de habitantes de tugurios para el año 2020.
Objetivo 8: Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Desarrollar aún más un sistema comercial y financiero abierto, basado en normas, previsible y no discriminatorio. Ello incluye el compromiso de lograr una buena gestión de los asuntos públicos y la reducción de la pobreza, en cada país y en el plano internacional.
Atender las necesidades especiales de los países menos adelantados. Ello incluye el acceso libre de aranceles y cupos para las exportaciones de los países menos adelantados, el programa mejorado de alivio de la deuda de los países pobres muy endeudados y la cancelación de la deuda bilateral oficial y la concesión de una asistencia oficial para el desarrollo más generosa a los países que hayan mostrado su determinación de reducir la pobreza.
Atender a las necesidades especiales de los países en desarrollo sin litoral y de los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Encarar de manera general los problemas de la deuda de los países en desarrollo con medidas nacionales e internacionales a fin de hacer la deuda sostenible a largo plazo.
En cooperación con los países en desarrollo, elaborar y aplicar estrategias que proporcionen a los jóvenes un trabajo digno y productivo.
En colaboración con el sector privado, velar por que se puedan aprovechar los beneficios de las nuevas tecnologías, en particular, los de las tecnologías de la información y de las comunicaciones. Así como también los fines de la organización de las Naciones Unidas (ONU).
Objetivos del Nuevo Milenio: una evaluación en América Latina
Según una investigación hecha por el Centro de Estudios latinoamericanos, publicada en la Revista Electrónica Iberoamericana (Vol. 1 n. 1) expone que América Latina, en la primera conclusión del examen, no es positiva, por que si bien se han logrado avances significativos en los puntos 4, 5 y 6 aún falta mucho camino por recorrer para llegar al fin deseado.
La realidad se ve acentuada por una AL llena de un sin número de contrastes, en donde se tienen a los hombres más ricos del mundo, por un lado, pero también se encuentran zonas en donde la gente no recibe los servicios más básicos, dichos ámbitos, en los que se hizo un mayor énfasis, fueron: Pobreza extrema, Mortalidad materna, educación primaria universal y cobertura de saneamiento. Sin embargo no todo es desilusión, ya que ha habido grandes avances, esto debido a una reducción de la mortalidad infantil.
Dicha investigación concluye haciendo una advertencia para que los gobiernos en América Latina presten mayor para que de una manera colaborativa, se logren las estrategias necesarias para la reducción de las cifras negativas, así mismo se pide no dejar de lado a los Derechos Humanos, estos, por ser unos de los mayores logros alcanzados por el Hombre, es su lucha por alcanzar la felicidad de todos los ciudadanos.
Sistema de las Naciones Unidas
El artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas indicaba que los órganos principales de la organización eran:
La Asamblea General
El Consejo de Seguridad
El Consejo Económico y Social
El Consejo de Administración Fiduciaria
La Corte Internacional de Justicia
La Secretaría
Además la Carta posibilitaba que cada órgano del poder pudiera establecer los organismos subsidiarios que estimara necesarios para el desempeño de sus funciones.
Una de las características singulares del sistema de la ONU es la duplicación de la responsabilidad. Por ejemplo, UNODOC (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) informa a la Secretaría General, la Asamblea General supervisa UNICRI (Instituto Interregional para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia), pero el Comité Económico y Social tiene dos comisiones orgánicas distintas, la de estupefacientes por un lado, y la de prevención del delito y justicia penal por el otro.
Uruguay Estudia 5to
miércoles, 4 de junio de 2014
Fascismo
LA EUROPA DE ENTREGUERRAS: LA CRISIS DE LAS DEMOCRACIAS Y EL ASCENSO DEL FASCISMO.
Una mirada al panorama internacional tras la Primera Guerras Mundial, nos lleva al mapa político de Europa. Los reajustes territoriales que se produjeron como consecuencia de los distintos tratados internacionales y la disolución de los imperios centrales, se complementaron con la instauración de regímenes democráticos en los nuevos estados surgidos. Parecía que el futuro de la paz y de la democracia estaba asegurado; pero sólo era un espejismo,
ya que la democracia carecía de raices sólidas en la mayoría de los
estados y, como ya hemos visto, múltiples serán las amenazas que se
ciernen sobre ella. Al final, el descrédito de los políticos arrastrará
consigo al de las instituciones democráticas, consideradas culpables de
la crisis y, en consecuencia, responsables de las dificultades
económicas y conflictos sociales de la década de los treinta. Por otra
parte, los reajustes territoriales que se aplicaron en la Conferencia de
París (se movieron las fronteras políticas, pero no las poblaciones)
pretendieron crear nuevos estados sobre la base de una cierta
homogeneidad étnica y lingüística (fundamento del principio de las
nacionalidades), pero no pudieron evitar la existencia de numerosas minorías nacionales (alemanes en Checoslovaquia, por ejemplo) en los nuevos estados creados, lo que provocará nuevas tensiones nacionalistas en los siguientes años.
Recuerda este mapa:

El fascismo encontró su mejor clientela entre aquellos grupos
sociales de la clase media conservadora, pero no sólo entre ella. El
aumento espectacular del paro, como consecuencia de la Gran Depresión iniciada en 1929,
también acercará a las filas fascistas a miles de trabajadores y
campesinos. La democracia, en esta situación de radicalización y
revolución, se vio amenazada y, con ella, las libertades civiles y los
derechos ciudadanos que todo régimen constitucional y democrático podía
garantizar en aquella época. Los partidos democráticos irán perdiendo
apoyo electoral al mismo tiempo que se fortalecen los partidos
extremistas. Era una lucha a muerte, a todo o nada.
Mira este esquema:

El siguiente esquema concreta de forma sencilla las ciscunstancias que propiciaron la crisis de la democracia liberal y parlamentaria en esta época.

El análisis de los documentos programáticos de los partidos fascistas, nos permite concretar y relacionar los elementos básicos de la ideología fascista y del nazismo. Recuerda que los textos leídos y trabajados son la mejor fuente de conocimiento y comprensión de estas ideas.
Mira el esquema:


El primer país en el que triunfa y se consolida un régimen fascista será Italia. Mussolini aplicará
el programa del Partido Nacional Fascista, de manera que a partir de
1926 la dictadura será un hecho y la Democracia un recuerdo del pasado.
Otros partidos y otros líderes verán en la figura de Mussolini y en el
modelo de estado fascista italiano un ejemplo a seguir. Hitler será, como veremos, un discípulo aventajado del maestro italiano.
En España, el dictador y general Miguel Primo de Rivera
intentará consolidar, sin éxito, su régimen político siguiendo el
modelo italiano; su dimisión en 1930 abortó aquel proyecto de fascismo
temprano para España, aunque su hijo, José Antonio Primo de Rivera,
acabará fundando el primer partido fascista español, la Falange. En 1939, tras destruir la democracia y la II República en España, un nuevo general, Francisco Franco, establecerá un régimen fascista que, con algunas peculiaridades hispanas, como el carácter nacional-católico, adoptará el modelo italiano.
Imperialismo S XIX
LA EXPANSIÓN COLONIAL A FINES DEL SIGLO XIX
En las últimas
décadas del siglo XIX se produjo una nueva gran oleada expansiva de
los estados más desarrollados, oleada que sobrepasó a la primera
expansión realizada en el siglo XV cuando se produjo el
descubrimiento y conquista de América.
El proceso de
colonización fue extraordinariamente rápido. Hasta 1870 la mitad
de la superficie del planeta no había sido aún explorada por los
europeos; entre 1870 y 1914 la exploración, conquista y reparto del
mundo fue completa. Los territorios conquistados (con 700 millones
de habitantes) se extendían por todo el continente africano, toda
Oceanía, el norte, sur y oeste de Asia y partes menores de América.
En 1914 el 60% de las tierras y el 65% de la población mundial
dependían de Europa. Pero incluso en aquellos territorios donde
no hubo una conquista territorial y un dominio político y militar
(como América Latina y China), hubo una penetración económica.
En
este período, además, aparecen dos potencias fuera de Europa que
van a comenzar su propia expansión colonial: Estados Unidos y
Japón.
Las causas que
impulsaron la expansión colonial fueron varias destacándose las
necesidades económicas creadas a partir de la revolución
industrial y el aumento de las tensiones sociales que empujó a los
gobiernos europeos a “sacarse gente de encima” enviándola a
otros territorios. El desarrollo técnico que modificó la
navegación y el armamento, dio superioridad a los países
desarrollados para poder someter al resto.
CAUSAS
ECONOMICAS DE LA EXPANSION COLONIAL
Estas causas
están relacionadas con los cambios que provocó la segunda etapa de
la revolución industrial.
1)
Necesidad de materias primas.
Las industrias aumentaron su tamaño y producción necesitando
grandes volúmenes de materia prima. Las grandes empresas generadas
por la concentración de capitales (trusts, cartels, holdings)
deseaban asegurarse las materias necesarias para mantener
funcionando a la producción. Era necesario tener el control de
territorios que aseguraran el abastecimiento de materias primas en
gran cantidad y a bajo precio. No sólo se trataba de algodón,
caucho, petróleo, minerales necesarios para fabricar variedad de
artículos, sino también de alimentos para una población en
aumento y de productos tropicales como el azúcar y el café cuyo
consumo había aumentado.
2)
Mercados donde vender los excedentes.
El consumo de los productos no siempre crecía con la misma
velocidad con que se fabricaban. Aunque la población europea crecía
y crecía el nivel de demanda de los sectores privilegiados, no era
suficiente para consumir todo y se cernía sobre la economía el
peligro de la sobreproducción. Cuando se llegaba a esta se
producían despidos, tensión social y aumentaba el peligro de las
rebeliones populares. Por eso fabricantes y comerciantes buscaron
nuevos mercados donde colocar los sobrantes.
Pero incluso
sin llegar a momentos de sobreproducción, la competencia entre las
grandes empresas había hecho bajar la tasa de ganancia que era la
base del sistema económico. Jules Ferry, político francés
impulsor de la expansión colonial de Francia, lo reconocía:
“Europa puede considerarse como una casa de comercio que desde
hace algunos años ve decrecer el volumen de sus negocios. El
consumo europeo está saturado; es preciso hacer surgir de nuevas
partes del globo nuevas capas de consumidores, sino quebrará la
sociedad moderna”. Por eso los empresarios buscaron nuevos
lugares donde colocar sus productos.
Además se
hizo cada vez más difícil a las empresas de un país
industrializado vender en otro país industrializado a partir de
1870. La crisis que se dio en esos años llevó a los gobiernos a
proteger la producción de sus países mediante el proteccionismo
aduanero: se aumentaron los impuestos de aduana (aranceles) para
dificultar, dentro del país, las ventas de los productos
procedentes de otros países competidores. Por ejemplo EEUU llegó a
cobrar 50% de aranceles para que sus fábricas se aseguraran el
mercado norteamericano frente a los productos ingleses. Algo similar
hicieron Francia, Rusia, Austria-Hungría y Alemania.
3)
Búsqueda de una mayor rentabilidad del capital.
El dinero obtenido por las ventas terminaba depositado en los
bancos. Estos lo prestaban para nuevas inversiones pero el nivel de
acumulación era tan alto que los depósitos superaban a los
préstamos, bajando el valor de las tasas de interés. Los bancos
europeos buscaron nuevos lugares donde invertir y de esa manera
obtener tasas más altas de ganancia. Los países no desarrollados,
como los de América Latina, fueron el objetivo de los préstamos
bancarios. Estos países estaban necesitados de infraestructura
(puertos, puentes, ferrocarriles) y sus problemas económicos,
heredados de la etapa colonial española, y sus problemas políticos
(guerras, malos gobiernos, etc) les impedían desarrollarse. El
dinero proveniente de Europa parecía la solución y aceptaron los
préstamos.
Los bancos
europeos prestaban condicionado fuertemente esos préstamos y
obligaban a los países receptores del dinero a comprar a los países
industrializados, haciendo que el dinero volviera al país
prestamista. Por ejemplo, un banco prestaba dinero para establecer
ferrocarriles en algún país no desarrollado y este tenía que
comprar los rieles, las locomotoras y el carbón en el país al que
pertenecía el banco.
CAUSAS
SOCIALES
El crecimiento
de población fue otra causa importante de la colonización. Los
países superpoblados estimulaban a su población a emigrar hacia
otras partes de la tierra. Esto tenía un doble efecto:
a) Servía
como válvula de escape para los países industrializados
superpoblados en los cuales las crisis siempre generaban temor de
revoluciones. Los sectores trabajadores afectados por la explotación
de su trabajo, los malos salarios y las pésimas condiciones de
vida, habían mejorado su organización: sindicatos y partidos
obreros se multiplicaban a pesar de la represión a que eran
sometidos. Las situaciones se hacían tensas cuando una mejora
tecnológica (nuevas máquinas) o una crisis de superproducción
provocaba desocupación. Los gobiernos expulsaban hacia territorios
lejanos a los líderes obreros e impulsaban la salida de población
para disminuir la desocupación.
b) Los
emigrantes afincados en nuevos territorios podían, en el futuro,
transformarse en nuevos consumidores para los productos de
los países industrializados. Incluso en algunos casos servían como
agentes colonizadores allí donde había escasa población local o
esta era “incapaz” de adaptarse y someterse al imperio. Las
poblaciones aborígenes eran diezmadas y sustituidas por población
de origen europeo. Por ejemplo fue lo que sucedió en Australia
donde los aborígenes sufrieron un genocidio mientras su territorio
era poblado por ingleses.
Los emigrantes
europeos desparramados por el mundo mantuvieron las costumbres y
usos europeos favoreciendo la “europeización” del mundo que no
sólo era pensar con mentalidad europea sino comprar vestidos,
muebles, bebidas y demás artículos procedentes de Europa.
CAUSAS
POLITICAS
El
nacionalismo marchó de la mano con el imperialismo. Es difícil
saber hasta donde fue una causa y hasta donde fue la excusa usada
para convencer a la población de que el imperialismo era justo y
necesario.
En el
transcurso del siglo XIX los países europeos desarrollaron el
concepto de que allí donde había naciones, es decir pueblos con
rasgos comunes como el idioma, las costumbres, la religión y el
pasado común, debían formarse estados. Esto significaba que las
naciones europeas tenían el derecho de ser independientes y tener
su propio gobierno. El nacionalismo fue usado por Prusia para
impulsar la unificación de todos los estados alemanes y formar el
Imperio Alemán. Piamonte lo utilizó para unir a todos los
italianos y, a pesar de las discrepancias entre republicanos y
monárquicos, crear una sola Italia unida.
Otras naciones
intentaron también formar estados pero chocaron con el interés de
los países que los tenían sometidos, como les pasó a los polacos
divididos entre Rusia, Austria y Prusia, o los irlandeses sometidos
a los ingleses.En estos casos el nacionalismo fue ignorado por las
potencias. También ignoraron las posibilidades de que existieran
sentimientos nacionalistas en el resto del mundo que se repartieron.
La competencia
económica entre las principales potencias las llevó a que el
sentimiento nacionalista se transformara en la exaltación de su
país como el mejor. Ya no se trataba sólo de mostrar sus
características nacionales sino de sostener que eran mejores que
las de otras naciones y que debían imponerse por cualquier medio.
Esta idea llevó a la exaltación de la guerra como medio de ampliar
la influencia y el prestigio de los países.
Alemania
exaltaba el “espíritu prusiano” basado en la disciplina, la
austeridad y la grandeza. Consideraba que los territorios
donde se hablaba el idioma alemán debían ser parte del Imperio
Alemán (pangermanismo). Como su unificación había sido tardía
(1870) Alemania salía a competir “de atrás” con las otras
potencias y era evidente el apuro por aumentar sus territorios.
Francia,
vencida por Alemania en una guerra en 1870, había perdido
territorios en la frontera con aquel país (Alsacia y Lorena) y
deseaba vengar aquella derrota. El nacionalismo francés buscaba la
revancha con Alemania y quería mostrar que era el país “más
culto” de Europa.
Rusia
intentaba ejercer influencia sobre todas las naciones eslavas
(paneslavismo), algunas de las cuales se encontraban sometidas
dentro del Imperio Austro-húngaro.
En EEUU el
gobierno se refería al “destino manifiesto” de la nueva nación
norteamericana que era el de extenderse desde el este hacia el oeste
llegando a las costas del Pacífico. Este destino manifiesto no
podía ser interrumpido por nadie y por lo tanto se justificaba el
genocidio indígena y el ataque a su vecino México. Alcanzadas las
costas del Pacífico surgieron nuevas necesidades: la zona del
Caribe y las islas del Pacífico.
La prensa, que
aumentó su popularidad con el invento de las rotativas y el
abaratamiento de los periódicos, fomentó el orgullo nacionalista y
el espíritu patriótico exagerado. Los periódicos sensacionalistas
aumentaban sus ventas con artículos donde se denunciaban las
supuestas amenazas de los países enemigos, los escandalosos casos
de espionaje, etc. Esta actitud generaba en la opinión pública la
hostilidad hacia el “enemigo exterior” y la distraía de los
problemas internos.
LA
JUSTIFICACIÓN DEL IMPERIALISMO
Los políticos
imperialistas justificaron antes sus pueblos la expansión colonial
con diversos argumentos. Para ellos conquistar y dominar a otros
pueblos era parte de la “misión civilizadora” que debían
cumplir los países desarrollados. Consideraban a su civilización
como superior, no sólo en tecnología, sino en valores humanos y
creían que los pueblos de Africa, Asia, Oceanía y América Latina,
vivían en la barbarie y el salvajismo.
Algunos
“científicos” habían difundido la idea de que las razas eran
desiguales en capacidad y que la blanca, o sea la europea, era
superior a las otras. Por ejemplo el Conde de Gobineau escribió en
1853 un libro titulado “Ensayo sobre la desigualdad de las razas
humanas” en el que afirmaba que la humanidad estaba formada por
tres razas: la blanca, la amarilla y la negra. Las comparaba con las
fibras textiles y sostenía que mientras la negra era como la lana,
la amarilla como el algodón, la blanca era como la seda, o sea la
de mejor calidad. Gobineau afirmaba que la decadencia de la
humanidad se debía a las mezclas raciales que se habían dado en el
correr de la historia y para evitar la decadencia d ela civilización
era necesario que aumentara la cantidad de sangre blanca en las
mezclas, ya que era difícil mantener la pureza.
Ideas como
esta u otras similares inspiraron a los imperialistas para hacer
afirmaciones como la del senador Beveridge de EEUU refiriéndose a
los filipinos: “No son capaces de ejercer el gobierno propio.
¿Cómo podrían serlo? No son una raza capaz de gobernarse a si
misma...” La conclusión de este pensamiento era obvia: los
pueblos de raza superior tenían el derecho de gobernar a las razas
inferiores para imponer el orden en el mundo. Incluso algunos
hablaban no del derecho sino de la obligación que tenían los
civilizados de “civilizar” a los que lo eran. Por ejemplo el
escritor inglés Rudyard Kipling justificaba el imperialismo inglés
como la “carga del hombre blanco” que lo obligaba a “guiar
hacia la luz” a aquellos pueblos que eran “mitad niños y mitad
diablos” , una obligación que debía cumplirse a pesar de las
protestas y acusaciones de los que iban a ser “salvados” de la
barbarie.
Deformando las
investigaciones de Charles Darwin sobre el origen de las especies,
algunos autores afirmaban que los pueblos más aptos y capaces
tenían no sólo la obligación moral de imponerse a otros para
civilizarlos, sino la necesidad natural de imponerse. Justificaban
el imperialismo con una supuesta causa científica: los países que
crecían corrían el peligro de entrar en decadencia y desaparecer.
El presidente de EEUU Thedoro Roosevelt señalaba: “Cuando una
nación poderosa teme la expansión y renuncia a ella, puede
asegurarse que su grandeza y su poder se aproximan al ocaso”.
El filósofo inglés Spencer había aplicado el evolucionismo a sus
estudios sociales y se refería a la sociedad como un organismo
vivo, que crecía, se desarrollaba y también podía enfermarse.
Partiendo de esos conceptos, Lord Salisbury afirmaba que se podía
dividir a las naciones del mundo en vivas y muertas, y que las
naciones vivas tenían el derecho de apoderarse de los territorios
de las muertas para seguir viviendo y ser más fuertes.
Otra
justificación fue la religiosa. Tanto católicos como protestantes
emprendieron misiones evangelizadoras en los pueblos recién
descubiertos. Algunos, llevados por su espíritu misionero actuaban
de buena fe y realmente esperaban hacer un beneficio a los pueblos
que trataban de convertir al cristianismo. Pero en otras ocasiones
la evangelización era la excusa para colonizar. En más de una
ocasión se enviaron ejércitos para proteger a los misioneros o
para rescatarlos de los pueblos bárbaros. Cuando el patriotismo o
el afán civilizador no eran fuerte estímulo para dominar a otros
pueblos, la religión podía dar la fuerza necesaria. Tal es lo que
parecen buscar estas palabras del emperador Guillermo I de Alemania
dirigidas a sus soldados: “Cuando estés entre los chinos,
recuerda que eres la vanguardia del cristianismo y atraviesa con tu
bayoneta a todo odiado infiel que veas. Hazle comprender lo que
significa nuestra civilización”.
FORMAS DE
PENETRACION Y DOMINIO
El medio que
se utilizó para la conquista fue la fuerza militar, siendo
importante el uso de la infantería de marina. Las transformaciones
técnicas facilitaron la conquista: los estados imperialistas
contaban con la superioridad de armamentos yel desarrollo de la
navegación a vapor permitió acceder más rápido a los territorios
a conquistar. Las tropas conquistadoras recorrían las costas e
ingresaban por los ríos hacia el interior del territorio.
En muchos
casos los conquistadores contaban a su favor con las divisiones que
tenían los pueblos invadidos. Sectores de los pueblos aborígenes
colaboraron con los ejércitos colonizadores, suministrando
información e incluso aportando fuerzas para las guerras.
Cuando se
había logrado la conquista militar venía la segunda parte de la
colonización: ejercer el dominio del territorio y la población. La
modalidad de la dominación varió de un territorio a otro, pero se
pueden clasificar en tres grandes tipos:
1) Colonias
de explotación económica. Tenían poca población del
país colonizador, sólo la necesaria para administrar y dirigir la
explotación de los recursos naturales de la colonia. Los
territorios colonizados eran utilizados para extraer materia prima y
enviar los productos manufacturados, no permitiendo a los
colonizados tener sus propias industrias artesanales. La metrópoli
fijaba los precios de la materia que llevaba para procesar. En las
colonias de explotación típicas, como eran la mayoría de las de
Africa, las tierras eran ocupadas por empresas de la metrópoli,
expulsando a la población indígena. En algunos casos la
explotación económica no la realizaba el estado de la metrópoli,
sino empresas privadas; era el sistema de “compañías de cartas”,
grandes empresas que recibían privilegios para encargarse de
explotar a la colonia. El estado se ahorraba los gastos de
administración, pero el sistema se prestaba para que las empresas
privadas cometieran abusos.
2) Colonias
de poblamiento. Servían para enviar población, por lo tanto
eran las colonias más pobladas por los colonizadores. Fueron
colonias de poblamiento inglesas Australia, Canada y Nueva Zelandia.
Argelia fue la colonia de poblamiento más importante de Francia.
Los ingleses permitían que los pobladores procedentes de la
metrópoli se autogobernaran, aunque siempre se mantenía una lazo
de dependencia, sobretodo a través de la presencia de ejércitos.
Francia usó otro sistema implantando en las colonias de poblamiento
las mismas leyes que en la metrópoli, considerandolas “provincias
ultramarinas”. En todos los casos la población aborigen carecía
de participación en la vida política y en algunos casos, como en
gran parte del territorio de Australia, fue exterminada.
3)
Protectorados.En estos casos el territorio colonial mantiene
un gobierno en manos de los pobladores locales, pero las relaciones
exteriores quedan a cargo de la metrópoli. Se hacía un acuerdo de
protección por el cual el estado “protegido” renunciaba a
mantener su propia política exterior (las relaciones políticas y
comerciales con otros países) a cambio de recibir la protección de
un país fuerte. Este, el colonizador, se comprometía a defender a
al protegido en caso de ser atacado por otro país. Los gobiernos a
cargo de los países protegidos eran títeres manejados por los
colonizadores. Ejemplo de protectorados fueron Túnez y Marruecos,
protegidos por Francia.
A estos tres
tipos de dominio hay que agregarle otro: el las semicolonias o
neocolonialismo ejercido por los países desarrollados sobre los
países dependientes. Se trataba de países que eran supuestamente
independiente y sobre los que no se ejercía el dominio territorial
de otro país, pero sus economías dependían de las decisiones
tomadas en otro lado. Era lo que sucedía en el siglo XIX en América
Latina. La mayoría de los territorios latinoamericanos se habían
independizado de España en la primera mitad del siglo XIX, pero sus
economías pasaron a depender de los préstamos y las inversiones de
Inglaterra y Francia. Los productos elaborados en estos países
industrializados se comercializaban libremente en aquellos,
perjudicando a las artesanías locales. A través de la instalación
de ferrocarriles las empresas extranjeras sacaban las materias
primas (café, azúcar, cobre, cueros, lanas, etc) que se llevaban
hacia Europa a precios bajos.
CONSECUENCIAS
DE LA EXPANSION COLONIAL
La expansión
colonial tuvo importantes resultados que afectaron tanto a las
metrópolis como a las colonias.
El imperio británico, representado como un pulpo
|
Consecuencias
para las metrópolis:
- Formación de
los grandes imperios coloniales. Por su extensión territorial los
más grandes eran el británico, el ruso y el francés. Por la
cantidad de población el primero era también el británico, seguido
por el holandés y el francés. También tenían colonias: Alemania,
Italia, Bélgica (una sola pero muy importante: el Congo) Portugal y
España (que aún conservaban algunos territorios de su apogeo
colonial siglos atrás), EEUU.
- Aumentó la
producción de materias primas, aportadas por las colonias para las
industrias de las metrópolis.
- Aumentó la
producción de productos manufacturados. Al asegurarse mercados
cautivos, es decir donde tenían asegurada la venta, las empresas
aumentaron su producción. Además la explotación colonial permitió
obtener más ganancias y mejorar los salarios de los trabajadores de
los países colonizadores, por lo que estos aumentaron su demanda de
productos. Los inmigrantes europeos ubicados en otros continentes
también fueron demandantes de artículos.
- Aumento de
las rivalidades internacionales. La disputa por la posesión de
colonias acentuó las rivalidades de los estados europeos. Aunque
algunos conflictos fueron resueltos diplomáticamente, las tensiones
fueron cada vez mayores.Las potencias eran concientes del aumento de
la competencia por territorios coloniales y desarrollaron su
armamento (la paz armada). Inglaterra, Francia, Italia y Alemania
rivalizaban en el norte de Africa; Inglaterra y Francia rivalizaban
en Indochina; Inglaterra y Rusia competían en Asia Central;
Inglaterra, Francia, Alemania, Rusia y Japón se enfrentaban en
China; Rusia y Japón deseaban el territorio de Corea; Inglaterra y
Alemania rivalizaban en el sur de Africa. Las disputas territoriales
fueron una de las causas de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En
1914 el mundo ya estaba totalmente repartido y cualquier intento de
modificación en el reparto sólo podía basarse en la fuerza.
Consecuencias
para las colonias:
La población de la colonia quedaba subordinada
al colonizador |
En los pueblos
colonizados el imperialismo provocó cambios sustanciales. Los
partidarios de la colonización resaltan algunos aspectos positivos
aportados; para los críticos, esos aportes son mínimos comparados
con el saqueo y la destrucción que provocó la colonización.
En las colonias
se estimularon los cultivos comerciales, o sea aquellos que las
metrópolis consideraban necesarios para si misma o por su alto valor
de venta (materias básicas para la industria, alimentos, productos
tropicales). Esto trajo como consecuencia que se descuidaran los
cultivos locales plantados tradicionalmente y que servían para
alimentar a la población aborigen.
Se trabó o
directamente se prohibió la existencia de industrias locales, para
que las colonias consumieran los productos fabricados en las
metrópolis. Esto estancó o eliminó la evolución técnica de los
pueblos colonizados. J. Nehru (que fue gobernante de la India después
d ela independencia de este país en 1948) describe la situación a
que era sometida la economía de India por parte de los ingleses:
“Las mercaderías indias quedaron excluidas por la ley de
venderse en Gran Bretaña, y, como la Compañía inglesa tenía el
monopolio de las exportaciones desde India, esta exclusión también
se hizo hacia otros mercados. La producción de la India fue abrumada
con diversas medidas e impuestos internos, lo que impedía la
circulación de artículos indios dentro del propio país. Mientras
tanto las mercancías británicas tenían entrada libre. La industria
textil de la India se derrumbó. En cierta manera esto era inevitable
porque la manufactura antigua chocaba con las nuevas técnicas
industriales inglesas. Pero fue apresurado por la presión política
y económica, sin que se hiciera ningún intento de aplicar las
nuevas técnicas a la India. En realidad se hizo todo lo posible para
que esto no ocurriera”.
Los
colonizadores llevaron a las colonias algunos adelantos técnicos
como los ferrocarriles. Aparentemente fue una consecuencia positiva,
pero no hay que olvidar que estos se establecían para lograr una
mejor extracción de la producción desde el interior hacia los
puertos, por lo tanto se hacían en base al interés del colonizador
y no de los pueblos colonizados.
Los colonizados
perdieron las tierras que fueron ocupadas por los colonizadores ya
fuera a través de la población que enviaban desde la metrópolis
(por ejemplo Argelia) o a través de las empresas que se encargaban
de la explotación territorial (por ejemplo la India).
Las poblaciones
nativas se vieron transformadas por la penetración imperial. Los que
estuvieron en contacto más cercano con los colonizadores cambiaron
sus costumbres (aculturación), aunque en general, a diferencia de lo
que había sucedido con la colonización española de América, el
interés de los colonizadores era más económico que “civilizador”.
Por un lado se
impulsó el fin de la esclavitud y se persiguieron los ritos de
canibalismo que existían entre algunas tribus. Por otro lado se
obligó a muchas poblaciones al trabajo forzoso y se exterminaron
pueblos enteros. Se hicieron esfuerzos por poner fin a las guerras
entre las tribus, pero en ocasiones se fomentó esas guerras para
dividir y debilitar a las poblaciones locales y facilitar su
sometimiento.
En casi todos
los casos la alimentación indígena se vio afectada por la
sustitución de sus cultivos por los cultivos comerciales. Hubo
mejoras en la higiene y el retroceso de algunas enfermedades
endémicas, como el paludismo y la lepra. Los colonizadores llevaron
médicos y medicamentos. Pero tales medidas llegaban a los indígenas
porque la población blanca que se trasladaba a las colonias quería
evitar el contagio de enfermedades locales.
Los nativos
fueron considerados seres inferiores, por lo tanto eran segregados
racialmente. Se los mantenía separados de la población blanca
trasladada a la colonia, por ejemplo en las ciudades estaban en
barrios apartes y se les prohibía ingresar a los lugares de
diversión de los europeos, a los restaurantes, etc. Incluso en
aquellas colonias donde los nativos de las clases altas eran usados
como ayudantes en la administración colonial, eran considerados
personas de segunda clase.
El desarrollo
de las civilizaciones nativas fue detenido y en muchos casos
destruido. Lograron sobrevivir las más antiguas y con una rica
tradición (como en la India). Se impuso el idioma del colonizador y
se destruyeron las formas de organización social tradicionales:
clanes, tribus, etc.
El desarrollo
de la enseñanza adquiere importancia donde le poblamiento europeo
fue mayor; en algunos lugares se usa la escuela para asimilar una
parte de la población autóctona, sobretodo para crear una elite que
sirviera de intermediaria entre los colonizadores y la mayoría de la
población local. Por ejemplo en las colonias portuguesas, las
autoridades dividían a la población en tres categorías: los
portugueses (considerados automáticamente ciudadanos), los
asimilados y los indígenas. Estos eran “los individuos de raza
negra o sus descendientes que hayan nacido o vivan habitualmente en
la colonia y aún no posean la educación o los hábitos personales y
sociales necesarios para ser ciudadano”. Los asimilados eran
los africanos mayores de 18 años de edad, que hablaran correctamente
el portugués, que tuvieran una profesión, oficio o empleo que le
permita mantenerse a él y su familia, no haberse opuesto al servicio
militar ni haber desertado de él. Si cumplía estas condiciones se
le consideraba “ciudadano asimilado” Los asimilados no tenían
que hacer trabajo forzoso como los indígenas, podían circular
libremente por la colonia, sin necesitar un pase especial y podían
ganar el mismo sueldo que un portugués. Las escasas posibilidades de
educación y la pobreza sólo permitía a un grupo muy reducido poder
hablar bien el portugués y tener cierta independencia económica,
por lo tanto muy pocos eran los asimilados. En la década de 1950,
cuando aún Portugal conservaba colonias en Africa, había 30 mil
asimilados en Angola sobre una población de 4 millones de habitantes
(o sea sólo el 0,75%) y casi 5 mil en Mozambique sobre una población
de 5 millones (0,75% del total de la población). El sistema de
asimilados buscaba separar a los africanos más preparados, donde
podrían surgir líderes, de su propio pueblo.
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